Todos somos una marca.
Pero no todos sabemos cómo desarrollarla, hacerla crecer, dotarla de valor, autoridad, reputación, credibilidad y rentabilidad.
De hecho, muchas personas ni siquiera comprenden por qué la construcción de una marca personal amerita propósito, claridad e intencionalidad.
Muchos confunden la reputación con la marca personal, pero no es lo mismo.
Todo el mundo tiene una reputación, y esta se compone de las opiniones y creencias que la gente se forma sobre ti, basándose en tus acciones y comportamientos. Tu marca personal, en cambio, es mucho más intencionada; es cómo quieres que la gente te vea.
Mientras que la reputación está vinculada a la credibilidad, tu marca personal se centra en la visibilidad y los valores que representas externamente.
Si queremos que nuestra marca personal brille, debemos honrar nuestra autenticidad, ser fieles a nosotros mismos y alinear nuestras acciones con nuestros principios.
La reputación es la piedra angular de cualquier marca personal exitosa.
Construir una reputación sólida y positiva te permite ganarte la confianza y el respeto de tu audiencia, sentando las bases para un éxito a largo plazo.
Una marca personal bien manejada es un instrumento imparable.
Te ayuda a ganar visibilidad, a ser un imán para el crecimiento y generar nuevos negocios.
Además, el proceso de creación de tu marca personal te ayuda a descubrir esas habilidades únicas que solo tú tienes.
Un abrazo,
Cintya Hernández
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