Imagina que te regalan una gallina de los huevos de oro. Le tomas cariño por lo valiosa.
Con esos huevos, ayudas a la familia, pagas educación, mejoras la atención médica.
Ahora, tu amigo propone hacer una fiesta y te pide llevar algo para compartir.
¿Llevarías a la gallina de los huevos de oro para que sea la cena de todos?
¡Claro que no!
Piensa en cuál es tu Gallina de los Huevos de Oro… Es tu mente.
Mantén viva a la Gallina de los Huevos de Oro.
No la mates como muchos hacen:
¿Cómo la matan? Comprando regalos hasta endeudarse, apostando por la fiesta, el trago, el trasnocho y el gasto innecesario.
Por eso, no solo duele en el cuerpo, sino también en la mente y el bolsillo.
Invierte siempre en conocimiento, en aprender más para que tu gallina te dé huevos que te permitan vivir, invertir y compartir.
Un abrazo,
Cintya Hernández
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