Muchas personas me preguntan si nunca me enojo o me siento triste.
¿Tú qué crees?
Mi respuesta es que no somos robots.
¡Claro que a veces me enojo y me siento triste!, pero la diferencia con mi yo de hace 25 años es que aprendí a manejar esas emociones de forma inteligente.
Para este fin de semana, te dejaré 3 pasos que me han ayudado cuando la ‘Loca de la Casa’, quiere apoderarse de mí.
1. Bienvenidos los pensamientos negativos: Reconocerlos es el primer paso para liberarte de su control. Yo les di un nombre, los llamé "los ridículos", y los saludaba cada vez que aparecían en mi mente.
2. Dejarlos pasar: En lugar de resistirlos, déjalos fluir como nubes que vienen y van, para que no te aferres a ellos.
3. Distraer la mente: Contar del 300 al 1, decir el abecedario al revés o enfocarte en otros detalles, le quitan espacio a los patrones mentales negativos.
¡Ánimo! Con práctica, estos ejercicios se vuelven efectivos y así podrás controlar tu mente cuando se quiera oscurecer.
Con cariño,
Cintya Hernández
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